Claudia Armas lleva su set de rolas
filinudas al Bar Central. En el tablero estará ella presente junto a un Mauricio
Armas y un Jorge Baldetti –los Tristes del Motagua–.
Claudia Armas
asoma con canciones de su venidera producción Motagua, pero presentadas
desnudas, sin grandes aderezos, en esquema acústico. Se trata de una versión a
tres guitarras del disco, vibrando cerquita.
Bar Central
pone el lugar. Este conciertos forma parte de una serie de toques que la Armas
piensa realizar en contextos íntimos y cerrados. “Pienso que mi tipo de música
se tiene que presentar en formatos muy directos”.
Le acompañan
los Tristes del Motagua: el (llamado) Primo (Mauricio Armas, y sí, es su primo)
y también Jorge Baldetti.
Motagua es el
nombre del disco en el cual ella ha venido trabajando en los dos últimos años.
Este material aún no ha sido soltado, pero ya está concluido, ya mezclado. Recopila
trece canciones de Claudia Armas, algunas recientes y otras menos, que nunca
habían sido puestas en soporte de álbum, y ahora han sido grabadas y unificadas
bajo una misma gestión auditiva, en el cual ella participó activamente. “Para
mí fue como un viaje de autodescubrimiento como músico, pero también como
productora: es un papel en donde se necesita de mucha claridad, para saber cómo
querés que suenen las canciones.” Tuvo sí dos compañeros de producción en dos
momentos y estudios distintos: el tico Pablo León (La Gran Calabaza) y
Alejandro Hernández. Adicionalmente, músicos nacionales de calado mixto pusieron
su maña en esta grabación. Como ella misma afirma: “Están los músicos que
tenían que estar, tocando el instrumento que tenían que tocar”.
El resultado
es una placa tan matizada como divertida, todo menos pacata, en donde la Armas
dispara su lírica y melodía. Un trabajo ecléctico, libre, íntimo, tirando a
sincero. ¿Por qué esta mujer y su guitarra se pusieron a grabar, con qué
objetivo? “Porque si no me iba a dar un cáncer, de tanta música atorada que
tenía en el hígado, en la garganta o en el pulmón”.
La música como
un nódulo que hay que extirpar. Este ritual, el de ella y su guitarra, la viene
acompañando desde hace muchos caminos. Algunos la llevaron a tocar base en
bandas. En Shemesh en su momento, banda pionera de rock femenino en el país, o
en Cuatro Broders y una Sister, un breve proyecto muy bien intencionado. Sobre
todas las cosas, Claudia Armas es ella al frente de sí misma (“hago y amo lo que
quiero”, asegura), intacta en su propio rollo, craneando sus relatos auditivos,
sus rolitas. Algunas pueden ser paladeadas en http://www.reverbnation.com/claudiaarmas.
Además, la pueden encontrar en Twitter –es una tuitera radical– bajo el nombre
de usuario @claudiaguns.
El concierto Claudia
Armas y los tristes del Motagua se llevará a cabo el jueves 8 de diciembre de
2011 a las 20:30 horas, en Bar Central (7ª. avenida 12–32 zona 1).
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